lunes, 16 de marzo de 2020

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DOCTRINAS FILOSOFICAS PRIMITIVAS Se trata de aquella creencia religiosa o mítica de carácter salvaje o bárbaro que mantiene que todo el mundo natural está animado, que todos los seres están vivificados o animados, es decir, tienen “anima” (alma), se mueven y tienen voluntad. El animismo, entonces, se centra en la creencia en un alma. Ahora bien, cómo surgió esta idea de alma es asunto de controversias. La teoría más conocida es la que mantiene E. B. Tylor en su obra: Primitive religión. Esta idea surge, según él, porque los hombres de las culturas primitivas estuvieron profundamente impresionados por dos grupos de problemas biológicos o psicológicos:  ¿Cuál es la diferencia entre un cuerpo vivo y un cuerpo muerto? ¿Qué es lo que da origen a la enfermedad y a la muerte?  ¿Qué son las formas humanas que se aparecen en los sueños y en las visiones? ¿Qué origina el sueño, el despertar o la enajenación? El fenómeno del sueño es una experiencia psicológica universal de todos los hombres. Todos, cuando dormimos, parece que nos desdoblamos, por una parte está nuestro cuerpo que no se mueve del lecho y, por otra, está nuestro “espíritu”, que vuela libre, realiza cosas extraordinarias y, cuando despertamos, de nuevo está con nosotros en donde estábamos. A partir de ahí, parece ser, surge la idea de un alma que es la que vivifica nuestro cuerpo y que es independiente de él, y, por lo tanto, uniendo esto con lo dicho en el punto anterior, se plantea el problema de si puede sobrevivir después de la muerte. Atendiendo a las preocupaciones que suscitaban estos dos grupos de problemas el hombre primitivo llegó intuitivamente a la conclusión de que tenía dos cosas que le pertenecían: una vida y una imagen espectral o fantasma, y ambas estaban en estrecha relación con el cuerpo. La vida le permitía sentir, pensar y actuar, y el fantasma o espectro constituía una segunda imagen suya. Ambas son percibidas como separables del cuerpo: la vida porque puede abandonarle y dejarle insensible y muerto, y el fantasma porque puede aparecerle a gentes que se encuentran lejos de él. Estas dos cosas estaban de alguna manera ligadas, combinadas en una misma unidad: el alma, que, a su vez, se superponía al cuerpo, pertenecía, al menos temporalmente, al cuerpo. De esta forma surgió, según Tylor, la idea de alma-espectro. Posteriormente, como resultado de la invención animista y como consecuencia de la escisión de la naturaleza humana en un doble mundo: uno natural, material, corpóreo y físico y otro sobrenatural, espiritual y metafísico, el hombre primitivo pobló de almas, espíritus y númenes toda la naturaleza atribuyendo alma primero a todos los seres vivos y después también a los inertes. A partir de entonces no sólo los animales tenían alma o ánima, sino también los ríos, las montañas, el sol, las nubes, o los árboles. Con esto se crean las condiciones adecuadas para que surja la magia y la religión. Tanto una como otra se apoyan en un sustrato mítico e ilusorio y por lo tanto falso: el mito del alma. La falsedad de la religión se debe, sobre todo, al mito ilusorio del alma. La creencia en fenómenos religiosos implica la creencia en fenómenos anímicos, en fenómenos animados, es decir, la creencia en el mito del alma o espíritu. En realidad el primitivo animismo es un hecho psicológico más que religioso pero abrió, debido a su potencialidad, todo el ámbito religioso hasta incluso la posibilidad de llegar a la idea de Dios. Según G. Puente Ojea la idea de Dios basa su fuerza en la fuerza que ha mantenido siempre la idea de alma tan arraigada en nuestra forma de pensar. Una vez surgida la idea de alma el desarrollo de la religión fue imparable porque posibilitó el origen de la idea de Dios. Según la teoría animista, entonces, la idea de Dios no es el centro ontológico que define y posibilita el origen de la religión, sino la idea de alma. Es a partir de ella como surge la idea de los dioses politeístas, bien como grandes hombres, bien como seres naturales animados, y posteriormente el monoteísmo de las grandes religiones de libro. Hoy, la ciencia y la filosofía han destruido casi por completo desde dentro esta creencia en el alma. No obstante, la idea metafísica de alma o espíritu se encuentra tan arraigada que es la que alimenta todavía la pervivencia de la religión más allá de las ciencias. Quizá podría interpretarse a Nietzsche en este sentido cuando decía que todavía Dios no había muerto del todo, que “debemos vencer aún su sombra”. Es decir, en un principio fue el alma la idea primitiva que posibilitó el origen de la religión, pero también es la última idea que se resiste a desaparecer y que aún pervive como generadora de religiosidad. CUESTIONARIO. 1.) ¿Que explica esta doctrina filosófica? 2.) ¿En qué se centra esta doctrina filosófica? 3.) ¿Por qué surge esta idea y quien es su expositor? 4.) ¿Cómo explicaría la siguiente frase?; “El fenómeno del sueño es una experiencia psicológica universal de todos los hombres”. 5.) Según el texto, que entendemos por cuerpo y espíritu, cuando dormimos parece que nos desdoblamos. 6.) ¿A cuál conclusión intuitiva llegó el hombre primitivo? 7.) ¿Qué le permitía al ser ambas cosas? 8.) ¿Por qué ambos son percibidos como separables de cuerpo? 9.) ¿Qué era el alma entre esas dos cosas del hombre primitivo? 10.) Como resultado de la invención animista y la división de la escisión natural humana y otro metafísico, que significa, “el hombre primitivo pobló de almas, espíritus y númenes (cualquier Dios de la mitología clásica) toda la naturaleza”. 11.) ¿Por qué el autor diría que el mito del alma conlleva a la falsedad de la religión? 12.) ¿Por qué una ves surgida a idea del alma, el desarrollo de la religión fue imparable? 13.) ¿A qué han conllevado actualmente la ciencia y la filosofía?